¿Los rayos ultravioleta son capaces de combatir el coronavirus?

La unión de las empresas vascas Biotalde y Argi-tech ha provocado la creación de un prometedor tratamiento profesional de las superficies y del aire mediante luz ultravioleta, que aseguran elimina la eliminación del virus SARS-CoV-2, origen de la infame COVID-19, además de encargarse también de otros muchos microorganismos. Biotalde, laboratorio especializado en riesgos microbiológicos, se encarga de verificar mediante análisis, la desinfección del espacio y Argi-Tech, especializado en ingeniería de iluminación, aporta su conocimiento de los rayos ultravioleta para crear el sistema de irradiación.

La solución, desarrollada por ambas empresas en los últimos meses, surge de la necesidad de garantizar una desinfección profesional y segura, frente a los tratamientos químicos o a las soluciones que se presentan como milagrosas pero que son inciertas y, a veces, peligrosas. Está concebida para zonas críticas de transmisión del virus; espacios cerrados con poca ventilación, flujo frecuente de personas y mucha interacción. Por lo tanto, su uso puede ir desde vestuarios o espacios industriales, hasta gimnasios, pasando por centros hospitalarios, clínicas, edificios públicos, etc.

El servicio consiste en definir el número de lámparas ultravioletas para el espacio a desinfectar; calcular la potencia y el tiempo de exposición necesarios para garantizar la desinfección; asegurar todos los factores de seguridad -pues el tratamiento no puede realizarse en presencia de personas-; y certificar la eficacia de todo el procedimiento. Las instalaciones pueden ser fijas o móviles según las condiciones de aplicación.

Es un sistema que requiere de la actuación de la ingeniería, el laboratorio y el usuario. La ingeniería lo crea e implanta y realiza un mantenimiento periódico, el laboratorio certifica su eficacia, al inicio y a lo largo del tiempo. Y la entidad usuaria -propietaria de la instalación- lo utiliza correctamente con la periodicidad requerida para reducir al máximo los riesgos de propagación de los microorganismos.

Su efectividad se basa en la utilización de la luz ultravioleta, de probadas propiedades germicidas, según verifica la Asociación Internacional Ultravioleta -IUVA-. En concreto, se usan los rayos UV-C, pues no todos los ultravioletas sirven para eliminar al virus. Para la generación de radiación UV-C se utiliza la tecnología tradicional de descarga del tubo de luz ultravioleta o lámpara de mercurio, que se aplica en dosis -calculadas en variables de potencia y tiempo de exposición- previamente determinada por las condiciones del espacio a desinfectar, según sus características y uso.

El tratamiento es totalmente seguro para las personas, frente al uso de productos químicos, que permanecen en las áreas tratadas y pueden generar efectos secundarios, además de depender de la rigurosidad de la persona que los aplica. También frente al uso de equipos ultravioleta sin especialización, que no solo pueden ser ineficaces sino perjudiciales si no se utilizan correctamente.

La expectativa para ambas empresas es abrir una nueva línea de actividad y ya están trabajando a nivel comercial despertando el interés en importantes empresas e instituciones. “Los costes son asumibles, dado que es una instalación propiedad del cliente, que se utiliza para unos resultados continuados” afirma Amando Ruiz, director de Argi-Tech.

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