Recientemente se ha publicado en la prestigiosa revista “Science” un estudio llevado a cabo por la empresa farmacéutica PharmaMar sobre la molécula Plitidepsina y su eficacia a la hora de combatir el SARS-CoV-2. De este estudio se extrae que el fármaco tendría una eficacia antiviral contra el virus mucho mayor al único antiviral con el que se trata el infame COVID-19 hoy en día, el Remdesivir.
Desde el pasado mes de octubre, el Centro de Apoyo a la Investigación de Química Aplicada y Biotecnología (CQAB) de la Universidad de Alcalá colabora con PharmaMar con el objetivo de “acelerar la producción de la molécula de Plitidepsina, a través de la síntesis de algunos fragmentos de la molécula”, según manifiesta el profesor Juan José Vaquero, director Científico del CQAB.
Javier de la Mata, vicerrector de Investigación y Transferencia de la UAH, destaca la importancia de esta colaboración para la Universidad de Alcalá, “ya que pone de manifiesto que tanto nuestros investigadores, como el equipamiento científico-técnico de nuestra Universidad están a la altura de este importante desarrollo y evidencia la calidad de la actividad investigadora de la Universidad, tanto a nivel nacional como internacional”.
Continúan los ensayos clínicos
El artículo relata que las pruebas in vitro de la Plitidepsina demostraron una fuerte potencia antiviral, en comparación con otros antivirales contra el SARS-CoV-2. Además, en dos modelos animales diferentes de infección por SARS-CoV-2, el ensayo demostró la reducción de la replicación viral, lo que resultó en una disminución del 99% de las cargas virales en el pulmón de los animales tratados con Plitidepsina.
Este ensayo estaría aún en las llamadas fases clínicas I y II, cuando se comprueba la seguridad que el compuesto puede tener para el paciente y se determina cómo ha de ser su correcto uso y dosificación. Si los resultados son buenos en estas primeras etapas, podría darse el paso a los ensayos de fase III, los ensayos clínicos en humanos que permitirían estar realmente seguros de que funciona en la línea que apuntan estas primeras conclusiones.
La publicación en la revista “Science” ha sido fruto de la colaboración entre PharmaMar y los laboratorios de Kris White, Adolfo García-Sastre y Thomas Zwaka, en los departamentos de Microbiología y de Biología Celular, Regenerativa y del Desarrollo, en la Icahn School of Medicine; de Kevan Shokat y Nevan Krogan, en el Instituto de Biociencias Cuantitativas de la Universidad de California San Francisco; y de Marco Vignuzzi, en el Instituto Pasteur de París.